Cuando yo era niño me hice, en
unos cuantos días, un gran fanático de una serie animada conocida como Las aventuras de Fly. Eso ocurrió porque la
historia tenía una capacidad de síntesis impresionante: bastó un capítulo para
que se supiera que Fly era un niño especial, valiente y gran espadachín, el típico
héroe que cuando somos niños nos gusta ver.
Unos cuantos capítulos más
consolidaron mi fanatismo por la serie. Apareció un personaje un tanto cómico, Abán, quien, pese a su comicidad, era el héroe legendario que veinte años atrás
había vencido al monstruo Hadler. Pero en la actualidad, hablando de la serie, Hadler
revive, va a la isla donde Fly acaba de iniciarse como discípulo de Abán y lo
ataca de forma brutal y sin miramientos.
El sacrificio de Abán, sin
titubear un momento sobre su deber como héroe y ser humano, me conmovió hasta
los huesos. Tenía yo apenas unos años y jamás había visto o leído un acto tan
heroico.
Pero, pasando a Fly, se trata de
un niño de diez años que parece un ser humano. De hecho, en parte lo es, aunque
vive en una isla llena de monstruos, que no son otros que los antiguos súbditos
de Hadler que tras la muerte de éste no les quedó más remedio que volverse
buenos. Entre ellos está Blas, un hechicero que encontró a Fly flotando en una
balsa cuando era un bebé y lo cuidó en adelante como su nieto.
Fly sueña con ser un valiente, es
decir, un espadachín que lucha por la justicia, aunque su abuelo quiere que sea
mago. El niño tiene habilidades derivadas de que valor no le falta. Pero hay algo
más, cuando se enfurece, una luz aparece en su frente en la forma esquemática del
rostro de un dragón. Entonces se vuelve demasiado fuerte, literalmente
invencible. La segunda vez que revela ese gran poder es precisamente cuando su
maestro Abán es asesinado por Hadler.
Pero Hadler en esta resurrección ya
no es el jefe absoluto del ejército del mal, sino un súbdito de Burn, un
monstruo mucho más poderoso que él que sueña con exterminar a la especie
humana. Hadler es el jefe de sus seis generales, líderes de monstruos de
diversas naturalezas que se dedican a conquistar reino tras reino.
Cuando Fly casi mata a Hadler
tras enfurecerse por la muerte de Abán, el monstruo hechicero le echa encima a
sus generales. Primero acude a su encuentro Crocodine, un cocodrilo parado terriblemente
fuerte al que Fly vence cuando le aparece una vez más su marca en forma de dragón.
El siguiente es Hyunkel, quizás uno de los mejores personajes de la historia.
Hyunkel es un ser humano que, al
igual que Fly, fue adoptado por un monstruo súbdito de Hadler. Cree erróneamente
que Abán mató a su padre porque éste era el guardián de la puerta que conducía
a la cámara del monstruo, y decide que si Abán pasó por allí fue después de
matarlo. Por esa razón, Hyunkel, un gran espadachín revestido con una
impresionante armadura, odia a la raza humana y es uno de los generales del
ejército del mal. Fly sufre mucho para vencerlo debido a que con él no le
aparece en la frente la marca que lo vuelve invencible. Esto se debe a que no
puede odiar a Hyunkel porque las circunstancias de su crianza fueron muy
similares.
Tras caer Hyunkel acude al
encuentro de Flay el malvado Freizard, un monstruo que en la mitad de su cuerpo tiene
llamas y en la otra hielo. Es además de fuerte demasiado tramposo durante las
batallas, por lo que pone en serios aprietos a Fly y sus amigos (a la sazón sus
antiguos enemigos, Crocodine y Hyunkel), pero después de una muy dura batalla,
Fly lo vence sin recurrir a su famosa marca en la frente.
El siguiente general en ir tras
Fly es muy especial. Es Barán, el general que comanda a los dragones del
ejército del mal. Por una extrañ razón, Hadler no quería que tal enfrentamiento
ocurriera. Barán es un personaje que parece un ser humano, alto, con mirada
intimidadora, que lleva en la espalda una espada con una enorme empuñadura
en forma de cabeza de dragón. Pero la relación de Barán con los dragones no
termina allí, tiene, como Fly, en la frente la marca del dragón.
Se trata del caballero del
Dragón, un semi dios enviado para castigar a los humanos y que resulta ser el
padre de Fly. Al consumarse el primer enfrentamiento entre padre e hijo, la
serie termina abruptamente. Años después me enteré de que eso se debió a la
falta de presupuesto, pero que evidentemente existía un manga con la historia
de principio a fin en el que pasaban muchas cosas interesantes.
No estoy seguro si después se concluyó el anime; al parecer sí pero no fue nunca doblado al español. Si existe quizás algún
día vea la historia completa. O a lo mejor ya ni siquiera me entretendría,
aunque en mi más lejana infancia la disfruté enormemente.