Titanic fue una de las mejores películas de
la década antepasada. La legión de premios Oscar que consiguió no dejan lugar a
dudas. Fue uno de esos filmes en los que todo encajó para que el resultado
fuera impecable: una historia romántica bien labrada, buenas actuaciones y una
escenografía que no salió a deber nada. Todo coronado con un final dramático,
heroico y triste.
La
actuación de Leonardo DiCaprio en el papel protagónico de Jack Dawson
fue bastante buena. Aunque a mí siempre me ha parecido demasiado personaje con un actor que le quedó un poco chico. Y no se trata de las malas capacidades histriónicas
de DiCaprio, sino que su aspecto físico
no encajaba nada en la piel de Dawson.
Jack
Dawson es un joven norteamericano, originario de Chippewa Falls, Wisconsin,
quien pese a ser pobre no se priva del gusto de viajar por el mundo. Se trata
de un prometedor artista que lleva siempre consigo un cuaderno lleno de sus
dibujos, al que nada le parece imposible, capaz de traspasar con dos frases las
barreras sociales que todavía tan infranqueables estaban en el período justo
antes de la pre guerra.
En
un afortunado un contra tiempo juego de póquer, Dawson y su amigo Fabrizzio
ganan unos pasajes de tercera clase para que el barco más “seguro del mundo”,
el Titanic, los lleve de Europa a Nueva York. Ya en el barco, Dawson ve a lo
lejos a la aristocrática, elegante y hermosa Rose DeWitt Bukater, y poco
después la sorprende en una muy distinta apariencia, tratando de suicidarse arrojándose
del barco.
Unas
cuantas palabras bastan para que Dawson la convenza de lo desacertado que fue
el método de suicidio que ella escogió, pero segundos después tiene que
salvarla realmente porque ella resbala y a punto está de caer al mar. Rose
logra que Dawson finja y oculte lo de su intento de suicidio. Como premio por
haberla salvado, es invitado a una cena en el comedor de la primera clase.
En
la cena, el novio de Rose, Caledon Hockley, intenta ridiculizar a Dawson por su
condición humilde, pero se encuentra con un hombre desenvuelto, seguro de sí
mismo y capaz de articular frases que agradan y hacen reír a las distinguidísimas
celebridades que se dan cita en la cena.
De
allí en adelante se empieza a crear un vínculo irrompible entre Rose y Jack
Dawson. Pronto se enamoran, y ella después de algunas dudas adquiere la seguridad
de que desea irse con Jack en cuanto el barco llegue a América. Pero la cosa no
les espera tan sencilla. Rose pide a Jack que la dibuje usando una costosa,
antigua y pesada joya, llamada “El corazón del mar”, regalo de compromiso de Hockley.
El incidente se presta para que Hockley y su guardaespaldas culpen a Jack de
querer robarla y lo mandan encerrar en un rincón del barco.
Pero
para entonces ya ha iniciado poco a poco la debacle. El Titanic ha chocado
contra un iceberg y en cuestión de horas se irá al fondo del mar. Rose se
arma de valor y va a rescatar a Jack tan solo para que en adelante él la salve
a ella todas las veces necesarias. Durante el hundimiento, mientras todo es
pánico y gritos, Jack se mantiene sereno, seguro tal vez de que él va a morir
pero de que logrará salvarla a ella.
Gracias
a los esfuerzos de Jack Dawson, Rose
salva la vida, pero él muere congelado y su tumba es el fondo del mar, epilogo triste
que sin embargo lo dejó grabado para siempre en la mente de una generación de cinéfilos.
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