Edward
Scissorhands es el protagonista de la película del mismo nombre protagonizada
por Johnny Depp y conocida en la hispanidad como El joven manos de tijera y Eduardo
Manostijeras dependiendo de en qué lado del charco se le mire.
Sé que las
biografías que aquí subo son comúnmente de personajes de la literatura, pero
hoy me dio por cambiar un poco la rutina y biografiar a un clásico del cine con
tintes góticos estrenado ya hace bastante, en 1990, pero que pese a la antigüedad
continua gustándome.
Edward es
una especie de androide creado por un científico que antes de morir lo terminó
casi por completo, excepto que en lugar de manos le puso unas tenebrosas
tijeras capaces de mandar a alguien al otro mundo con un solo golpe. En cuanto
a la inteligencia, Edward tiene, pero nada desarrollada. Es casi como un niño,
ingenuo por todos lados y fácilmente manipulable.
El joven
androide vive en una tenebrosa y hermosa mansión solo desde que murió su creador.
Dedica su tiempo a la jardinería, arte en el que es un verdadero maestro. Un día
una vendedora llamada Peg Boggs, sin suerte pero sumamente amable y bondadosa,
se introduce a la mansión esperando encontrar a alguien que le compre sus cosméticos.
Peg encuentra
a Edward, y al contemplar su intimidador aspecto se aterroriza, pero sólo les
basta hablar un poco para hacerse amigos. Ella no quiere que continúe viviendo
solo, de manera que decide llevarlo a su casa, donde su esposo y su hijo lo
aceptan sin el menor problema. Incluso los curiosos vecinos se sienten atraídos
por Edward y pronto se hacen sus amigos. Pero todo cambia cuando regresa de un
viaje Kim, la hija de Peg, quien no se muestra precisamente maravillada ante la
presencia del fantasmagórico joven en su casa y en su cama.
A pesar de
ser sumamente ingenuo, Edward comprende qué es el amor en cuanto conoce a Kim,
pero ella tiene novio, un tipo nada agradable de nombre Jim. Jim aprovecha cuán
ingenuo es Edward y lo manipula para que lo ayude a robar en su propia casa. El
robo termina en fracaso y el único apresado resulta ser el más tonto del grupo: Edward. De allí en adelante su suerte empieza a ser adversa. Todos lo ven como
un delincuente y ya sólo los bondadosos Boggs lo toleran, encabezados por la más
bondadosa de todos, Peg, quien ni siquiera contempla remotamente la posibilidad
de echar de su casa al inocente joven manos de tijera.
Pero el
que ya tiene entre ceja y ceja a Edward es Jim, y justo cuando Kim descubre que
ama al androide los contendientes se enfrentan y todo termina en tragedia. Edward
se despide con un abrazo de su amada y se encierra en su tétrica mansión para
toda la eternidad.
Edward
Scissorhands es un personaje que puede resultar sumamente tonto al espectador. Su
apariencia oscura deja de impactar en cuanto se descubre lo ingenuo e inofensivo
que puede ser. Pero no por eso deja de representar al poder sin maldad, porque él
es capaz de someter a quien quiera y sin embargo no lo hace, no alberga en su
cabeza -si es que allí tiene el cerebro- malas intenciones para con nadie.
Los acontecimientos
se desarrollan de una forma que exige ingenuidad de parte del espectador para
que pueda aceptarlos, mas todo encaja a la perfección en la sencilla trama de
una historia de amor entre la bella y una bestia tonta que cualquiera puede usar
para sus draconianos fines.
Lo más rescatable de la historia es el comportamiento de la familia Boggs para con Edward. Son el amor al prójimo hecho familia -aunque ese prójimo sea un androide-, y con sólo ver la inocencia e ingenuidad de Edward lo aceptan como a uno de los suyos sin el menor cuestionamiento, lo que no deja de transmitir un mensaje de paz y fraternidad muy digno de ser tomado en cuenta.
Lo más rescatable de la historia es el comportamiento de la familia Boggs para con Edward. Son el amor al prójimo hecho familia -aunque ese prójimo sea un androide-, y con sólo ver la inocencia e ingenuidad de Edward lo aceptan como a uno de los suyos sin el menor cuestionamiento, lo que no deja de transmitir un mensaje de paz y fraternidad muy digno de ser tomado en cuenta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario