He decidido
hacer esta estrada sobre una especie de confrontación entre dos de las últimas
novelas que he leído. ¿Por qué? Pues porque ambas están llenas de frases
sencillamente extraordinarias, de esas que uno memoriza y se quedan en la mente
para toda la vida.
Las frases
de El retrato de Dorian Gray han trascendido
enormemente e incluso las saben muchos que no tienen la menor idea de que
forman parte de esa legendaria novela. Las más conocidas las cito de memoria: La mejor manera de librarse de una tentación
es caer en ella; un hombre puede ser
feliz con cualquier mujer mientras que no la ame; sólo hay una cosa en este
mundo peor que el que hablen de uno, y es que no hablen; la naturalidad no es más
que una pose, y la más irritante que conozco. Todas son pronunciadas por
Lord Henry Wotton, el corruptor de Dorian Gray y me imagino que álter ego de
Oscar Wilde.
El príncipe de la soledad, de Adam
J. Oderoll, es una novela relativamente novedosa de la que se habla mucho y muy
bien en la blogsfera. Me imagino que en parte porque el autor la ha puesto
gratis en su blog. Una novela gratis y magnifica no se halla muy seguido. Algunas
frases que he encontrado en esta exquisita obra son sencillamente extraordinarias.
Y las cito también de memoria: La lealtad
sin eficiencia no sirve de nada; el
honor sólo se lleva con elegancia mientras la vida no está en peligro; el verdadero objetivo de la maldad es
arrancarles la felicidad a quienes la poseen; es raro que muchos quieran morir
en el anonimato sólo para ser parte de la grandeza de otro; nadie
puede elegir cuándo dar muestras de valor, la oportunidad llega cuando uno
menos la espera.
La razón por la cual comparo estás dos novelas llenas de frases impagables es porque en El retrato de Dorian Gray todas esas frases están orientadas a defender de alguna manera la inmoralidad, mientras que las frases de El príncipe de la soledad son pronunciadas por varios personajes cuando hablan en defensa del valor, el honor y el heroísmo como virtudes. Dicho de otra forma, confrontar estás dos novelas es algo así como enfrentar al bien contra el mal, pero con frases exquisitas que muy difícilmente pueden ser halladas en otras novelas.
La razón por la cual comparo estás dos novelas llenas de frases impagables es porque en El retrato de Dorian Gray todas esas frases están orientadas a defender de alguna manera la inmoralidad, mientras que las frases de El príncipe de la soledad son pronunciadas por varios personajes cuando hablan en defensa del valor, el honor y el heroísmo como virtudes. Dicho de otra forma, confrontar estás dos novelas es algo así como enfrentar al bien contra el mal, pero con frases exquisitas que muy difícilmente pueden ser halladas en otras novelas.
Buenisimo! Buscaré entonces "El príncipe de la soledad"
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