Cuando
salió a la venta la novela Cumbres
Borrascosas, de Emily Brontë, en 1846, el público la rechazó. Su estructura
desconcertó a críticos y lectores en general, porque no estaba narrada del
método convencional. El responsable del incidente no es otro que Lockwood, el
narrador personaje que no tiene absolutamente nada que ver en la historia.
Lockwood
es, por decir lo menos, un personaje extraño en la literatura universal.
Aparece de principio a fin en Cumbres
Borrascosas, revela sus sentimientos tímidos, se siente atraído por una de
las protagonistas, los conoce casi a todos, y narra la historia, pero también
es un personaje que podría no existir sin que los acontecimientos se
alteraran en lo más mínimo.
La
historia inicia precisamente cuando Lockwood, habitante la de la Granja de los Tordos,
visita a su casero, Heathcliff, en su finca Cumbres Borrascosas. Allí también
viven Joseph, Hareton y Kathy, al parecer en una permanente guerra. La
situación tan hostil que reina en el lugar desconcierta profundamente a Lockwood,
y consumido por la curiosidad, de regreso a su casa, provoca que Nelly Dean le
cuente la historia que está detrás de aquellos muy misteriosos personajes.
Conforme transcurre el
relato, Lockwood ofrece sus impresiones de cuanto le relata Nelly, incluso se
conmueve. Después, ya más enterado de todo, vuelve a visitar a Heathcliff, sólo
para despedirse de él. Al final, para cubrir su labor de narrador, regresa por
última vez a Cumbres Borrascosas y se entera de que las cosas han
cambiado radicalmente y de que la guerra, por fin, ha terminado.
bueno!!
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