La literatura
universal goza de la presencia de extraordinarios villanos; algunos ayudan a
aumentar la importancia de obras renombradas, como el mismísimo Heathcliff, Jean-Baptiste
Grenouille o Claude Frollo, y en el género fantástico también los hay que
tienen una incuestionable influencia, como seria el caso de Jadis y Sauron,
entre otros tantos, pero sin duda hay un villano que se coloca por encima de
todos -pese a que la grandeza de Harry
Potter en calidad de obra literaria exista o no-: se trata del malévolo y
extraordinario Lord Voldemort.
Lo brillante
de este personaje es la manera tan bien construida en que se nos presenta su
personalidad, su influencia, su poder y, más que nada, su historia. J. K.
Rowling supo suministrárnoslo en adecuadas píldoras conforme avanzaban los
libros, para que no lo conociéramos por completo pero que tampoco perdiéramos
el interés en él. La estrategia fue brillante, tanto que me atrevo a decir
Voldemort es lo mejor que ha hecho la autora británica en cuestiones literarias.
El
personaje aparece en la historia de manera desconstruida, tanto en su biografía
como en su aspecto físico, y la forma en cómo se va construyendo poco a poco es
precisamente uno de los aspectos más interesantes y bien logrados de la serie
de novelas.
Lo primero
que sabemos de él es su tenebroso pasado como mago poderoso, en su calidad de
asesino de los padres del pequeño Harry, pero eso, se supone ya fue, el villano
se ha marchado, es parte de lo que quedó atrás. Mas algo nos dice que ese
personaje del que tanto se teme hablar no puede haberse ido, más bien que se
prepara al lector para hallárselo páginas más adelante. Y sí, Voldemort aparece
por el final del primer libro, tan malo o más de que uno lo imaginaba, y deja
claro que no piensa marcharse en tanto no termine la historia.
En el
siguiente libro conocemos algo de su pasado más remoto: sus ya nada
subestimables maldades en su época en Hogwarts, el hecho de que desciende del
mago tenebroso Salazar Slytherin, lo cual lo enorgullece, pero también
del muggle Tom Riddle, linaje que lo avergüenza y por el que cambió su
verdadero nombre, Tom Marvolo Riddle, por uno más comercial en el mundo de los
magos.
Y pese a
que en los siguientes libros logra reconstruirse físicamente y recuperar su
temible poder, aún no está del todo construida su biografía, acierto de Rowling
que se le agradece. La historia del villano, en las diferentes etapas de su
vida, la obtenemos poco a poco conforme avanzan los libros.
En Harry Potter y el misterio del príncipe,
el sexto libro, exploramos su más remota infancia, la historia de sus padres,
que dista mucho de parecerse a una historia de amor, su nacimiento y su niñez
abandonado en un orfanato, donde ya era tan malo como en su etapa adulta,
conciente de su poder, libre de cualquier sentimiento que pudiera debilitarlo y
en constante autoentrenamiento para ocupar un puesto que ya sabía que le
aguardaba.
La figura
de Voldemort crece y cautiva en la historia gracias a los constantes secretos
sobre su pasado que se unen a sus malévolos planes y a su escalofriante poder,
lo que nos da como resultado un villano de época, de esos que, aun habiendo
muchos en la literatura, no hallamos muy seguido. Voldemort es uno gran
villano, y quizás, por qué no decirlo, el mejor.
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