El príncipe Predilecto es quizás
el personaje con sentimientos más nobles de la novela más conocida de Ana María
Matute, Olvidado rey Gudú. Predilecto
es hijo del cruel y guerrero rey Volodioso, el único al que quiere y quizás el
único del que sabe su nombre. Fue engendrado durante una de las conquistas del
rey. Una princesa sometida, que debía temblar de miedo al momento de entregarse
a su conquistador, se sintió bien tratada por éste y se enamoró de él. Volodioso
se desconcertó tanto que también se enamoró de ella. El fruto de esa unión fue
presentado a su padre cuando era un niño que rondaba los diez años, tan guapo y
bien vestido que en lugar de parecer un príncipe del medievo parecía del barroco.
Al verlo, el rey espetó
sorprendido “Tú eres mi predilecto”, y nadie jamás se atrevió nunca a llamarlo
de otra manera. Volodioso tenía más hijos, fruto de su relación con una anónima
condesa, pero eran tan torpes o malvados unos, y tan torpes y malvados otros,
que apenas sabía de su existencia. Mas no por eso el rey pensó que Predilecto
fuera su heredero, el soberano de Olar, porque el niño tenía sentimientos muy
nobles, sin ninguna señal de crueldad en su alma, y Volodioso pensó que un rey
así mal gobernante sería.
Cuando tiempo después el rey se
casó con la muy inteligente princesa Ardid, engendró un hijo con ella, Gudú,
del que apenas sabía que por allí rondaba y jamás se enteró de su nombre. No obstante,
gracias a la inteligencia de Ardid, el último hijo del rey, Gudú, llegó a ser
su heredero. Los demás hermanos, al ser malvados y envidiosos, no sobrevivieron
mucho a la entronación del menor, pero Predilecto es diferente, él acepta a
Gudú como soberano y lo aprecia con total sinceridad, algo que Gudú, un rey
mucho más malvado que su padre porque no puede amar, entiende, y por eso
designa a Predilecto como su guardián.
Predilecto se convierte en el
brazo derecho perfecto para su malvado hermano: es obediente, leal y no ambiciona
el trono; lo acompaña en sus guerras y soporta su crueldad sin hacer demasiadas
protestas. Pero algo ocurre un buen que lo cambia todo. Llega desde un país muy
lejano y fantástico la princesa Tontita, designada para casarse con Gudú. Es apenas
una niña, pero al poco tiempo se transforma es una mujer deslumbrantemente
hermosa que, fiel a su condición de princesa de fantasía, está destinada a
morir cuando reciba su primer beso de amor.
Tontina y Predilecto se enamoran.
Son el uno para el otro. Él es un príncipe de cuento atrapado en la cruel era
medieval, ella una princesa romántica y medio irreal, ajena totalmente a la
matanzas y conquistas de Gudú. El problema es que Tontina está destinada a ser
la esposa del malvado rey, y Predilecto no puede de buenas a primeras mostrar
interés por la mujer de su hermano. Así las cosas, ese amor sólo puede terminar
como el de Romeo y Julieta.
Uno de mis personajes favoritos de la novela. Sentí mucho su muerte. Ahora tiempo después, lo veo una especie de Robb Stark (del de la serie) que antepone sus sentimientos personales al reino y termina pagando por ellos.
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