martes, 10 de junio de 2014

Príncipe Predilecto, de Olvidado rey Gudú

El príncipe Predilecto es quizás el personaje con sentimientos más nobles de la novela más conocida de Ana María Matute, Olvidado rey Gudú. Predilecto es hijo del cruel y guerrero rey Volodioso, el único al que quiere y quizás el único del que sabe su nombre. Fue engendrado durante una de las conquistas del rey. Una princesa sometida, que debía temblar de miedo al momento de entregarse a su conquistador, se sintió bien tratada por éste y se enamoró de él. Volodioso se desconcertó tanto que también se enamoró de ella. El fruto de esa unión fue presentado a su padre cuando era un niño que rondaba los diez años, tan guapo y bien vestido que en lugar de parecer un príncipe del medievo parecía del barroco.
Al verlo, el rey espetó sorprendido “Tú eres mi predilecto”, y nadie jamás se atrevió nunca a llamarlo de otra manera. Volodioso tenía más hijos, fruto de su relación con una anónima condesa, pero eran tan torpes o malvados unos, y tan torpes y malvados otros, que apenas sabía de su existencia. Mas no por eso el rey pensó que Predilecto fuera su heredero, el soberano de Olar, porque el niño tenía sentimientos muy nobles, sin ninguna señal de crueldad en su alma, y Volodioso pensó que un rey así mal gobernante sería.
Cuando tiempo después el rey se casó con la muy inteligente princesa Ardid, engendró un hijo con ella, Gudú, del que apenas sabía que por allí rondaba y jamás se enteró de su nombre. No obstante, gracias a la inteligencia de Ardid, el último hijo del rey, Gudú, llegó a ser su heredero. Los demás hermanos, al ser malvados y envidiosos, no sobrevivieron mucho a la entronación del menor, pero Predilecto es diferente, él acepta a Gudú como soberano y lo aprecia con total sinceridad, algo que Gudú, un rey mucho más malvado que su padre porque no puede amar, entiende, y por eso designa a Predilecto como su guardián.
Predilecto se convierte en el brazo derecho perfecto para su malvado hermano: es obediente, leal y no ambiciona el trono; lo acompaña en sus guerras y soporta su crueldad sin hacer demasiadas protestas. Pero algo ocurre un buen que lo cambia todo. Llega desde un país muy lejano y fantástico la princesa Tontita, designada para casarse con Gudú. Es apenas una niña, pero al poco tiempo se transforma es una mujer deslumbrantemente hermosa que, fiel a su condición de princesa de fantasía, está destinada a morir cuando reciba su primer beso de amor.
Tontina y Predilecto se enamoran. Son el uno para el otro. Él es un príncipe de cuento atrapado en la cruel era medieval, ella una princesa romántica y medio irreal, ajena totalmente a la matanzas y conquistas de Gudú. El problema es que Tontina está destinada a ser la esposa del malvado rey, y Predilecto no puede de buenas a primeras mostrar interés por la mujer de su hermano. Así las cosas, ese amor sólo puede terminar como el de Romeo y Julieta.

1 comentario:

  1. Uno de mis personajes favoritos de la novela. Sentí mucho su muerte. Ahora tiempo después, lo veo una especie de Robb Stark (del de la serie) que antepone sus sentimientos personales al reino y termina pagando por ellos.

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