En la novela El código Da Vinci, Jacques Saunière es asesinado por el monje
albino Silas en las primeras páginas, mas no por eso el personaje pierde
relevancia; Saunière es elemental para el desarrollo de la historia, es la
mente maestra que siembra las pistas que a lo largo del libro llevarán a Sophie
Neveu y Robert Langdon a hallar el secreto mejor guardado de la historia de la
humanidad.
Saunière es un hombre de cierta
edad que posee el renombrado cargo de conservador Museo del Louvre, el recinto
donde se hallan más piezas con valor histórico y estético de todo el mundo. Saunière
es, por tanto, un intelectual experto en la historia del arte, pero su mente
brillante va más allá, tanto como para ser el Gran
Maestre del Priorato de Sion, un cargo que medio milenio atrás, según
la novela, también ostentó Leonardo Da Vinci.
El Priorato es una sociedad
secreta que se ocupa de guardar los restos mortales de María Magdalena, quien
es presentada no como prostituta sino como la esposa de Jesús y madre de su hija,
Sara. El Priorato también custodia documentos milenarios que prueban el
matrimonio y la existencia de una descendencia legitima de Jesús. Es por ello
que el cargo de Saunière como Gran Maestre es de crucial importancia.
Saunière tiene un gran enemigo,
la iglesia católica, empeñada en que el secreto de la humanidad de Cristo
permanezca en oculto para siempre. La historia sugiere que la iglesia incluso busca
el exterminio de los descendientes de Jesús para poder seguirlo presentado como
una divinidad y así lucrar con él. Sophie Neveu, en su niñez, sufrió un
accidente automovilístico en el que fallecieron sus padres. Y al ser ella
descendiente directa de Cristo, el Priorato decide hacerla pasar por nieta del
hombre más importante de la sociedad, Saunière, quien la llama princesa, lo que
ella cree que es una broma y que en realidad hace referencia al respeto que el
Gran Maestre siente por ella, al ser descendiente del rey de reyes.
Cuando el monje del Opus Dei, Silas, le dispara
a Saunière después de arrebatarle el secreto sobre el paradero del esqueleto de
María Magdalena y los documentos antiguos, éste usa los últimos momentos de su
vida para sembrar de pistas el Museo del Louvre y así su “nieta” Sophie y Robert
Langdon (a quien en un mensaje le pide buscar) puedan encontrar la reliquia
antes que la Iglesia.
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