sábado, 12 de julio de 2014

Sherlock Holmes

Construir una biografía completa de Sherlock Holmes me resulta complicado dado que no he leído los cincuenta y tantos relatos y las cuatro novelas que enmarcan su historia. Arthur Conan Doyle suministró su biografía en pequeñísimas píldoras mientras entretenía a la sociedad inglesa del fin de siglo con ese hábil detective que se las sabía todas y que, sin embargo, no era una originalidad sino un personaje que rayaba en el plagio.
 Auguste Dupine, un detective aficionado y extremadamente inteligente, creado por  Edgar Allan Poe, surgió décadas antes que Holmes y se puede decir que se le parece tanto que en ciertos momentos da la impresión de que sólo cambia el nombre.
A grandes rasgos, Sherlock Holmes es un detective de finales del siglo XIX, inglés y obviamente victoriano, para más señas, aficionado a la música y a la actuación. Físicamente es bastante alto y flaco, de nariz aguileña y mirada penetrante, que deambula entre la madurez.
Es, como buen inglés de su época, un tipo sarcástico, serio y meditativo, lo cual se entiende ya que requiere de una enorme concentración para resolver los difíciles casos que se le ponen enfrente. Su aparición es en Estudio en Escarlata, una novela bien estructurada donde el detective se las tiene que ver con un extraño caso derivado de una venganza asociada a la crueldad de mormones estadounidenses. Toda una maraña de misterios que pierden con facilidad a los detectives oficiales, pero no a Holmes.
Es también en esta novela donde conoce a John H. Watson, un médico que aparenta ser medio tontorrón pero que no lo es tanto, y que le servirá de Sancho Panza en muchos de sus casos. En cuanto lo ve, si mal no recuerdo, Holmes deduce su profesión y que ha estado recientemente en Afganistán. Ésa es la primera gran impresión que le causa a su nuevo amigo; en adelante, Watson se acostumbrará rápido a la gran capacidad de deducción que exhibe Holmes y que, muchas veces, se guardará en casos muy complicados incluso ante su fiel escudero.
Holmes y Watson forman un equipo en el que el primero hace las cosas y el segundo muchas veces se limita a servir de testigo para posteriormente ser el narrador. Sus casos casi siempre son aislados y no guardan conexión entre sí. También brillan comúnmente por la ausencia de sangre y en los que se comete un asesinato, el suceso es más un caso para que lo investigue Holmes que un hecho verdaderamente sangriento.
Las historias de este detective victoriano son exclusivamente policiacas, no negras. Quizás allí fue en parte donde radicó su gran éxito. Los aficionados de Holmes lo preferían investigando un gran robo que una carnicería. Pero lo cierto es que Holmes no es una obra maestra ni tampoco un personaje original, mas eso no le quita que sea el detective (de entre ficticios y reales) más famoso del mundo.

1 comentario:

  1. adicó su gran éxito. Los aficionados de Holmes lo preferían investigando un gran robo que una carnicería. Pero lo cierto es que Holmes no es una obra maestra ni tampoco un personaje original, mas eso no le quita que sea el detective (de entre ficticios y reales) más famoso del mundo. https://symcdata.info/la-batalla-de-ayacucho/

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