Construir una biografía completa
de Sherlock Holmes me resulta complicado dado que no he leído los cincuenta y
tantos relatos y las cuatro novelas que enmarcan su historia. Arthur Conan
Doyle suministró su biografía en pequeñísimas píldoras mientras entretenía a la
sociedad inglesa del fin de siglo con ese hábil detective que se las sabía
todas y que, sin embargo, no era una originalidad sino un personaje que rayaba
en el plagio.
Auguste Dupine, un
detective aficionado y extremadamente inteligente, creado por Edgar Allan
Poe, surgió décadas antes que Holmes y se puede decir que se le parece tanto
que en ciertos momentos da la impresión de que sólo cambia el nombre.
A grandes rasgos, Sherlock Holmes
es un detective de finales del siglo XIX, inglés y obviamente victoriano, para
más señas, aficionado a la música y a la actuación. Físicamente es bastante
alto y flaco, de nariz aguileña y mirada penetrante, que deambula entre la
madurez.
Es, como buen inglés de su época,
un tipo sarcástico, serio y meditativo, lo cual se entiende ya que requiere de
una enorme concentración para resolver los difíciles casos que se le ponen
enfrente. Su aparición es en Estudio en
Escarlata, una novela bien estructurada donde el detective se las tiene que
ver con un extraño caso derivado de una venganza asociada a la crueldad de
mormones estadounidenses. Toda una maraña de misterios que pierden con
facilidad a los detectives oficiales, pero no a Holmes.
Es también en esta novela donde
conoce a John H. Watson, un médico que aparenta ser medio tontorrón pero que no
lo es tanto, y que le servirá de Sancho Panza en muchos de sus casos. En cuanto
lo ve, si mal no recuerdo, Holmes deduce su profesión y que ha estado
recientemente en Afganistán. Ésa es la primera gran impresión que le causa a su
nuevo amigo; en adelante, Watson se acostumbrará rápido a la gran capacidad de
deducción que exhibe Holmes y que, muchas veces, se guardará en casos muy
complicados incluso ante su fiel escudero.
Holmes y Watson forman un equipo
en el que el primero hace las cosas y el segundo muchas veces se limita a
servir de testigo para posteriormente ser el narrador. Sus casos casi siempre
son aislados y no guardan conexión entre sí. También brillan comúnmente por la
ausencia de sangre y en los que se comete un asesinato, el suceso es más un
caso para que lo investigue Holmes que un hecho verdaderamente sangriento.
Las historias de este detective
victoriano son exclusivamente policiacas, no negras. Quizás allí fue en parte
donde radicó su gran éxito. Los aficionados de Holmes lo preferían investigando
un gran robo que una carnicería. Pero lo cierto es que Holmes no es una obra
maestra ni tampoco un personaje original, mas eso no le quita que sea el
detective (de entre ficticios y reales) más famoso del mundo.
adicó su gran éxito. Los aficionados de Holmes lo preferían investigando un gran robo que una carnicería. Pero lo cierto es que Holmes no es una obra maestra ni tampoco un personaje original, mas eso no le quita que sea el detective (de entre ficticios y reales) más famoso del mundo. https://symcdata.info/la-batalla-de-ayacucho/
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