Thorin es uno de los
personajes principales de El hobbit,
de J. R. R. Tolkien, es un rey enano expulsado por Smaug, el terrible dragón,
vive la mayor parte de su vida lejos de su hogar, ansiando el día en que le sea
posible recobrar su trono.
Por motivos no muy claros,
acompañado de doce enanos y en sociedad con el mago Gandalf, acude a Bolsón
Cerrado, hogar del hobbit Bilbo Bolsón, y lo recluta como su saqueador en una
aventura que lo llevará nuevamente a su hogar y a enfrentar a Smaug.
Durante el viaje es Bilbo
quien hace la mayor cantidad de esfuerzos para que todos salgan bien librados
de los peligros a los que se enfrentan. Ni siquiera Gandalf, siendo mago y más
sabio que todos, es capaz de igualarlo. Thorin
se muestra agradecido con el hobbit cada
vez que éste le salva la vida, que no son pocas, y reconoce su tenacidad y
valor, pero una vez que llegan a donde está el dragón las cosas cambian.
Bilbo, de todo el tesoro que
Smaug guarda bajo su cuerpo, escoge la Piedra del Arca como su parte, el mayor tesoro de
los enanos. Cuando el dragón es derrotado por el arquero Bardo, la única
ambición de Thorin es encontrar esa piedra, a la que considera una reliquia
invaluable de su familia.
Cuando descubre que Bilbo la
ha tomado, se olvida de que gracias a él recobró su reino e intenta matarlo. Odia profundamente al
hobbit al considerarlo un traidor y se niega rotundamente a negociar y a
entregar parte de su tesoro a los hombres liderados por Bardo, que fueron
quienes lo libraron del dragón a costa de pérdidas terribles.
Atrincherado en la montaña
con sus doce enanos por única compañía, envía mediante una aves un mensaje a un
primo suyo para acuda pronto con un ejército que le ayudará a enfrentar a los
hombres y a los elfos, a los que cree sus enemigos. Justo antes de que la
batalla dé inicio, llegan los trasgos y los huargos (lobos superdotados), y los
enanos se ven obligados a unirse a los que ya consideraban sus enemigos.
En la Batalla de los Cinco Ejércitos, llamada así por
las cinco razas que participan en ella, Thorin sale de la montaña para ayudar a
los suyos. Pelea con gran valor y es herido de muerte. Cuando la batalla
finaliza, Thorin manda llamar a Bilbo y se despide de él en una escena por
demás emotiva. Muere y es enterrado en su montaña, con la Piedra del Arca depositada
en su pecho.
Siempre he creído que Tolkien
se inspiró para crear a Thorin en el típico aristócrata ingles, frío y
reservado, que no puede agradecer a un sirviente suyo porque le paga para que
lo sirva. Thorin, cuando se siente traicionado por Bilbo, se olvida de todos
los favores que le debe porque lo considera su sirviente, por lo tanto no
fueron favores para él, sino servicios.
Esos rasgos tan típicos de un
rey, o de un aristócrata de otros tiempos, son los que hacen de Thorin un
personaje complejo y a su vez interesante. En algunas partes de la novela su
personalidad atrae bastante, y justo al final mejora, lo que lo convierte en
uno de los mejores personajes de El
hobbit, incluso superior a Gandalf, pero éste tiene la oportunidad de reivindicarse
en El Señor de los Anillos, aunque ésta
ya es otra historia.
La interpretación de Thorin en las películas que se avecinan promete ser muy buena. Esperemos que así sea.
La interpretación de Thorin en las películas que se avecinan promete ser muy buena. Esperemos que así sea.
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