lunes, 24 de marzo de 2014

Robert Langdon

De Robert Langdon no se puede escribir una biografía integra, ya que se trata de un personaje al estilo de Sherlock Holmes o Hércules Poirot, es decir que aún no se sabe el número de novelas, sin vínculo de unas con otras, en que aparecerá. Es algo así como la empresa más lucrativa de Dan Brown y sus editores, por lo que es de esperarse que todavía le saquen el mayor provecho posible.
Lo que se sabe es que saltó a la fama mundial como protagonista de El código Da Vinci, aunque previamente ya había ocupado el mismo puesto en Ángeles y demonios. Es un norteamericano, cuarentón y bien conservado, experto en historia del arte y más aún en los símbolos que están ocultos en las obras, razón por la cual es profesor de iconología y simbología nada menos que en la  Universidad de Harvard.
Otros aspectos que se conocen de él son su claustrofobía y su interés por seguir soltero y libertad que eso le reditúa, aunque no sea precisamente un Don Juan que ande de cama en cama. Sus viajes suelen ponerlo frente a un caso tan misterioso como peligroso en el que sus conocimientos de los símbolos y el arte son imprescindibles para salvar a los buenos y castigar a los malos.
También, junto al peligro, siempre aparece frente a él una mujer hermosa con la que, por lo precipitado de los acontecimientos, no llega muy lejos. Si algo se le puede reconocer a Dan Brown es que vende bien a su personaje sin necesidad de llevarlo a la cama para levantar el interés en sus libros.
Pues así las cosas, del profesor Robert Langdon todavía no se sabe todo. ¿En cuántas novelas más aparecerá? Imposible saberlo puesto que su autor apenas ronda los 50, lo que permite imaginar que probablemente más adelante saltará del arte europeo a descifrar los misterios del arte inca (algo que Dan Brown ya dejó entrever), para luego pasarse a las esculturas aztecas y mayas y quién sabe si se dé una vuelta para echarles un ojo a los moáis de la isla de Pascua.

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