Quizás no podría decirse con plenitud que Gilderoy
Lockhart es un personaje de la saga de Harry Potter porque sólo tiene relevancia
en el segundo libro, y dada la amplitud de la historia, lo más coherente es ubicarlo como alguien un tanto efímero, igual que el malogrado Cedric Diggory. Pero lo que sí
es indudable es que Lockhart es extraordinario, un idiota casi de la misma talla
de William Collins.
Su aparición, como ya mencioné, es en el segundo libro, Harry Potter y la cámara secreta, donde
da el salto como toda una celebridad y la nueva gran adquisición de Albus
Dumbledore como profesor a cargo de la cátedra Defensa Contra las Artes
Oscuras, en lo que tiene fama de ser un verdadero genio.
Lockhart destaca tanto por su vanidad como por lo estúpido
que es. Pero su vanidad tiene una justificación porque, según cuenta él mismo
en sus libros, ha sobrevivido a infinidad de peligros enfrentándose a criaturas
oscuras, tantos que Voldemort bien podría temerle más a él que a Dumbledore.
Pero sencillamente algo no cuadra entre lo que dice y lo
que hace, ya que tan sólo como profesor es un completo idiota, no puede
siquiera someter a una serpiente y en un duelo “amistoso” contra Severus Snape
sale volando por los aires. No obstante, casi nadie se pone a pensar en que cómo es posible que semejante idiota sea un héroe de magnitudes nunca antes vistas.
Lo que más destaca de él es su afición a hacerse notar. Cada
que alguien habla de peligro, él lo minimiza y lo compara con una de sus “grandes
hazañas”. Cuando se habla del monstruo que habita la Cámara Secreta , Lockhart
no duda en afirmar que para él resolver
ese problema es una cosa sencillísima, cuando al propio Dumbledore la situación
lo tiene en serios aprietos.
Quizás la parte más cómica del vanidoso mago es que piensa
que Harry Potter pretende ser tan célebre como él, debido a que es el único que
sobrevivió al poder de Voldemort, y por ello no duda en reprenderlo cuando equivocadamente
cree que Harry se está autopromocionando y le da “paternales consejos” para que no vaya a caer en serios errores mientras labra su camino como un mago famoso.
La explicación al hecho de que el muy renombrado Gilderoy
Lockhart sea a la vez un idiota la confiesa él mismo cuando después de que su
enorme boca casi lo hace enfrentar a la criatura que habita la Cámara Secreta , se ve en la
necesidad de decirle la verdad a Harry. Lockhart sólo sirve para lograr que
magos que han logrado grandes proezas se las cuenten y también para borrarles
la memoria una vez hecho el relato. De esa manera, no podrán reclamar su hazaña
cuando él en uno de sus muchos libros se la apropie.
Una vez que Harry y Ron Weasley saben que es
un farsante, un cobarde y un mago de dudoso talento, intenta evitar que lo
delaten borrándoles la memoria, pero se vale de una varita que no está en las
mejores condiciones y termina siendo víctima de su propio hechizo, suceso que acaba
con su protagonismo en la saga de Harry Potter.
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